ME HACE BIEN AMARTE by E. MANZANARES

autor:E. MANZANARES [MANZANARES, E.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romantica
publicado: 2018-04-24T04:00:00+00:00

CAPITULO 11

Antes de bajar del avión me pongo mi abrigo y busco en los bolsillos los guantes y no están se debieron caer en alguna parte y ya no tengo tiempo de buscarlos porque abren la puerta y empiezan a bajar me quedo rezagada y bajo al final.

En cuanto mis manos tocan la baranda de la escalerilla se me congelan en un segundo. Andrey me espera al final de la escalera y ve mis manos sin guantes y rápidamente se quita los suyos y me dice que me los ponga.

- ¿No trajiste guantes? - me pregunta como si estuviera regañando a su hermana pequeña.

- Si los tenía y los perdí al salir de mi casa - me pongo los guantes y siento su calor en ellos. - Gracias, pero se te van a congelar a ti las manos - le digo temblando del frío que hace la nieve cae tupida y no parece importarle a nadie.

- Estoy acostumbrado nací aquí - dice abrazándome y se da cuenta que estoy temblando.

- Que frío. - le digo y veo que todos se ven tan tranquilos en medio de este clima tan frío y yo estoy haciendo el papelón de mi vida.

Nunca en mi vida había visto toda esta nieve junta y a nadie parece importarle el Frío. Tengo enterrado mi rostro en su pecho y su olor me llena los sentidos. Creo que mi zar se ha enojado porque empieza dar órdenes al por mayor. Escucho el ruido de un auto acercándose.

Entramos al auto empieza hablar con el hombre que trae el auto y por la cara del hombre sé que algo le dice por llegar tarde. Ya en el auto empiezo a descongelarme y me separo un poco de él antes de que se sienta agobiado. Cuando siento que la lengua se me deshiela comienzo hablar.

- Nunca en mi vida había sentido este frío y yo que pensaba que en Barcelona el invierno es fuerte, no tengo palabras para describir este ¡Como lo pueden soportar! - le digo

- Perdóname Amelia por no estar preparado, tú no estás acostumbrada a este clima. Te pido disculpas - me dice con cara de culpa.

- No tienes el control para bajar o subir el frío y lo malo del asunto es que yo vengo de un lugar donde el calor en verano es muy fuerte. - lo tomo de la mano.

- Amelia, pasare a dejarte a mi casa para que descanses y yo iré a la oficina tengo que dejar listo algunos documentos.

- Esta bien y si necesito dormir. – bostezo y me acerco buscando su abrazo.

Desde que llegamos su teléfono no ha dejado de sonar y no había tomado ninguna llamada hasta ahora. Su semblante se torna serio y molesto.

El auto se detiene frente a la entrada de una enorme casa y baja junto conmigo, la puerta se abre y sale una pareja la mujer se ve muy amable el hombre se ve muy serio y bajan mi maleta y entramos a la casa.

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